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Don Alberto, el señor de los elotes, se recupera tras emergencia médica

  • Foto del escritor: Planeta Venus
    Planeta Venus
  • 16 jul
  • 3 Min. de lectura

Wichita Kansas | 16 de julio, 2025

Por Claudia Amaro | Planeta Venus

Alberto Quezada, vendedor de elotes
Don Alberto Quezada vendiendo sus elotes en Wichita KS. Foto de archivo de Planeta Venus

No muchos reconocen el nombre de Alberto Quezada, pero cientos de Wichitenses conocen al “señor de los elotes”. Sí, el mismo que recorre desde su casa hasta la esquina de las calles Waco y 21 Norte en su triciclo para deleitar a la comunidad con sus deliciosos elotes y botanas.


El pasado lunes 14 de julio, don Alberto causó revuelo en redes sociales cuando Norma Aguilar, quien pasaba por el lugar, transmitió en vivo en un popular grupo de Facebook la noticia de que “el señor de los elotes” había colapsado y había sido transportado de emergencia por paramédicos, dejando atrás su carrito.


Platicamos con Aguilar, quien en ese momento hizo un llamado a la comunidad para vender los elotes y así apoyar a don Alberto. Aguilar, emprendedora y dueña de un negocio de catering en Wichita, se solidarizó con la familia Quezada no solo al difundir la noticia, sino también al abrir una cuenta de GoFundMe para ayudar con los gastos médicos y brindar apoyo mientras don Alberto se recupera.


Don Alberto llegó a Wichita a principios de los años 2000, acompañado de su familia y la esperanza de un futuro mejor. Originario del estado de Jalisco, trabajó en la construcción —literalmente construyendo puentes— viajando de un lugar a otro para cumplir con su trabajo y mantener a su familia.


En 2011, un accidente laboral cambió su vida por completo al lastimarse de la columna vertebral. A pesar de la lesión en la espalda, continuó trabajando hasta que la empresa que lo empleaba lo despidió sin responsabilidad alguna por compensación laboral, dejándolo sin empleo ni muchas opciones debido a su condición física. Don Alberto nos contó cómo comenzó su trayecto como vendedor ambulante:

“Un camarada me dijo, ‘pues vente a vender paletas, aquí yo vendo paletas. ¿Y si te agarras una bicicleta y te fueras a vender paletas?’ Y pensé, bueno, pues acá no tengo nada que hacer. Y ahí empecé a vender paletas de hielo. Allá anduve como desde el 2011 hasta el 2015”.

Según relató, vender paletas era algo temporal, limitado a la temporada de calor, lo que restringía sus ingresos. De ahí nació la idea de vender elotes preparados durante los meses fríos. En 2015, al ver que sus ingresos no eran suficientes, decidió comprar su propia bicicleta y comenzar a vender elotes todo el año. Siguiendo las regulaciones de la ciudad, obtuvo su licencia como vendedor ambulante y, hasta la fecha, cumple con los lineamientos establecidos, enfrentando inspecciones de salud periódicas en su hogar.


Cada historia y cada sueño viene cargado de sacrificios, amor y lucha, y el caso de don Alberto no es la excepción. A sus 76 años, no puede quedarse sin hacer nada. Además de la necesidad económica, comparte que lo que más disfruta de su trabajo es platicar con la comunidad:

“Hay personas que les gusta platicar con uno, vienen y se sientan allá en la banquita y ya, y nos agarramos platicando y ya se le va a uno el tiempo”.

Aunque no suele compartir mucho sobre su vida privada con sus clientes más allá de sus achaques, también carga con penas. A principios de este año perdió a uno de sus hijos de manera repentina a causa de un paro cardíaco. Además, ha enfrentado competencia desleal. Según cuenta, en una ocasión intentó participar en eventos de NoMar y no lo dejaron porque le querían cobrar derecho de piso.


En los últimos años, la salud de don Alberto se ha deteriorado, y salir a vender en climas extremos se ha vuelto más peligroso. Con varios problemas de salud, comienza cada día revisando el clima, lo que determina si podrá salir a vender o no. Algunos de sus clientes habituales tienen su número telefónico y lo llaman para preguntar si ese día ofrecerá elotes.

“(Vender elotes) es lo único que puedo, y eso porque voy en la bicicleta. Y hay veces que está haciendo aire ahí y casi me tumba para atrás”.

A pesar de todo, don Alberto siempre mantiene un trato amable y ofrece los mejores elotes a su clientela.


Cuando se recupere, don Alberto planea continuar con su labor. A través de Planeta Venus, envía un mensaje a la comunidad:

“Muchísimas gracias por preocuparse por mí”.

Para concluir la entrevista, don Alberto compartió que siente el cariño genuino de su comunidad.


Si deseas apoyar a don Alberto y a su familia puedes donar a la página de GoFundMe que se abrió con el fin de apoyarlos en estos momentos de emergencia.


GoFundMe

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