Por Factchequeado | junio 6, 2023
“Arcturus, la nueva variante de COVID-19 altamente contagiosa y con un nuevo síntoma: ahora ataca a los ojos”.
Así comienza un video viral en TikTok, que indica que la subvariante XBB.1.16 produce picor y enrojecimiento en los ojos. Si bien es cierto que varios expertos han reportado casos de conjuntivitis en algunos pacientes, aún son necesarias más investigaciones para saber con precisión de qué forma afecta esta subvariante a los ojos. Te explicamos todo lo que sabemos sobre ella.
Qué es exactamente XBB: un híbrido de 2 subvariantes de ómicron
XBB es el nombre que recibe un sublinaje dentro de la variante ómicron. ¿Qué quiere decir esto? Para hacerlo más gráfico, imagina un árbol genealógico a partir de la variante ómicron de COVID-19.
En este contexto, el sublinaje XBB sería una de las ramas de este árbol que brotaría a partir de las subvariantes BA.2.10.1 y BA.2.75, resultado de la combinación e intercambio del material genético de ambas. Así lo detalla y explica Victoria Easton, investigadora de Virología en la Universidad de Leeds (Reino Unido), en The Conversation.
La subvariante XBB.1.16 se ha detectado en al menos 33 países
A su vez, “XBB.1.16 es un linaje descendiente de XBB”, explica la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta subvariante fue detectada el 9 de enero de 2023 y designada variante de interés el 17 de abril pasado, como indica el organismo en un comunicado publicado ese mismo día.
La OMS tiene 2 categorías para considerar variantes específicas del coronavirus: las variantes de interés y las variantes de preocupación. Las variantes de interés, según el organismo, se asocian con al menos una de las siguientes características: un incremento de la transmisibilidad o un cambio perjudicial en la epidemiología del COVID-19, un incremento en la virulencia o cambios en la presentación clínica de la enfermedad, o una disminución de la efectividad de las medidas sociales y de salud pública o de los diagnósticos, terapias y vacunas disponibles.
Según un informe publicado por la OMS el 25 de mayo de 2023, hasta el 7 de mayo se han secuenciado 11,857 casos en 58 países. Entre el 1 y el 7 de mayo (la última semana de la que hay datos disponibles), XBB.1.16 representó aproximadamente el 13.2% de los casos secuenciados a nivel global.
Los CDC, organismo encargado del control de enfermedades, indican que del 14 al 27 de mayo (las últimas fechas disponibles), XBB.1.16 representaba aproximadamente el 15.1% de todos los casos de COVID-19 en Estados Unidos.
Manal Mohammed, profesora de Microbiología Médica en la Universidad de Westminster, explica en The Conversation que “es importante tener en cuenta que sólo una pequeña parte de las infecciones por COVID se someten a secuenciación genética, por lo que es probable que haya muchos más casos de Arcturus”.
“[Arcturus] tiene una mutación en la proteína espiga [del virus] que lo hace muy contagioso, por lo que se propaga rápidamente”, explica William Schaffner, especialista en enfermedades infecciosas y profesor de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, a Self.
No hay evidencias de que cause una enfermedad más grave
La OMS afirma que la enfermedad causada por XBB.1.16 no parece ser más grave que la de las variantes que circulaban anteriormente. “La información disponible no sugiere que XBB.1.16 tenga un riesgo adicional para la salud pública en relación con XBB.1.5 - de la que ya te hemos hablado en Factchequeado - y los demás linajes descendientes de ómicron que circulan actualmente”, señala.
Sin embargo, indica que XBB.1.16 “puede llegar a ser dominante en algunos países y causar un aumento de la incidencia de casos debido a su ventaja de crecimiento y a sus características de escape inmunitario”.
Maria Van Kerkhove, directora técnica de COVID-19 de la OMS, también señala que “no se ha detectado un cambio en la gravedad en los individuos o en las poblaciones”.
Así lo recoge un artículo publicado el 16 de mayo de 2023 en la revista científica BMJ, que asegura que la subvariante XBB.1.16 no es un motivo de preocupación. “Al menos no por el momento para quienes han sido vacunados (como con cualquier forma de COVID-19, el riesgo sigue siendo grave para los no vacunados)”, indica. Si bien “muestra signos de mayor crecimiento, esto no ha causado hasta ahora una enfermedad más grave”.
Un estudio publicado el 26 de abril de 2023 concluye que las características clínicas de los afectados por la variante XBB.1.16 y por otras variantes de ómicron circulantes fueron similares. El trabajo se ha publicado en la página web de trabajos de investigación médica medRxiv como un artículo preprint, es decir, un estudio que no ha pasado la necesaria revisión previa a ser publicado en una revista científica, algo que no invalidaría necesariamente sus conclusiones, pero sí hace necesario tomarlas con cautela.
¿Puede esta subvariante causar conjuntivitis?
Los síntomas típicos de COVID-19 incluyen fiebre, tos, secreción nasal y pérdida del sentido del gusto o del olfato, según explica Mohammed. “Sin embargo, los médicos en India informaron de síntomas de conjuntivitis en niños infectados con Arcturus, que generalmente no se habían visto en olas anteriores de COVID-19”, señala la experta.
Namrata Jasani, consultora sénior de neumología de Global Hospitals, ha contado a Indian Express que los niños infectados con esta cepa pueden experimentar síntomas como fiebre alta, tos, además de enrojecimiento de los ojos, picazón y un lagrimeo.
Vipin M. Vashishtha, miembro del programa Vaccine Safety Net de la OMS, tuiteó el 6 de abril de 2023 que algunos bebés contagiados experimentan conjuntivitis: “En los últimos 2 días, hemos empezado a recibir casos pediátricos de COVID de nuevo tras un intervalo de 6 meses. Parece estar apareciendo un fenotipo infantil: niños tratados con fiebre alta, resfriado y tos, y conjuntivitis no purulenta con picor y ojos pegajosos, que no se había visto en oleadas anteriores”.
Schaffner confirma que algunos síntomas como la conjuntivitis son más comunes con Arcturus. Según explica, no es raro que cualquier virus, incluido el SARS-CoV-2, cause conjuntivitis. Aún hacen falta más estudios para saber con precisión de qué forma afecta esta subvariante a los ojos.
La Academia Estadounidense de Oftalmología indica que la conjuntivitis puede ser un síntoma de COVID-19 en los niños. Thomas Steinemann, portavoz de este organismo, advierte a The Washington Post que "aunque el coronavirus podría causar [conjuntivitis], otros virus o alergias oculares son los culpables más probables”. “La mayoría de las conjuntivitis no son COVID", explica.
Qué sabemos de la eficacia de las vacunas contra esta subvariante
Es demasiado pronto para saber hasta qué punto las vacunas contra el COVID-19 actuales son eficaces contra la subvariante XBB.1.16., según el artículo publicado en BMJ. En un comunicado publicado el 18 de mayo de 2023, la OMS reconoce que no hay muchos estudios que evalúen la eficacia de las vacunas contra esta variante.
“Un estudio reciente encontró que entre las personas que habían sido vacunadas o previamente infectadas, las respuestas de anticuerpos generadas contra las cepas estrechamente relacionadas XBB y XBB.1 fueron significativamente más bajas que contra otras variantes”, afirma Mohammed. Aun así, la experta considera probable que las vacunas aún ofrezcan una buena protección contra la enfermedad grave.
El artículo publicado en BMJ también indica que “la inmunidad híbrida en aquellos que han sido vacunados y previamente infectados con XBB.1.5 debería ofrecer una protección más fuerte”. “Dado el predominio de ómicron y XBB.1.5 en muchos países hoy en día, es probable que dicha inmunidad cubra a la mayoría de las personas”, señala.
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